EL EXODO JUJEÑO
Jujuy, 23 de Agosto de 2011
La conmemoración del Éxodo Jujeño, nos convoca a comprometernos con nuestros objetivos de lucha más allá de las limitaciones. Nuestro pueblo lleva en su sangre la semilla indómita de un valor extremo que en 1812 los llevó a tomar decisiones que cambiaron la historia.
Desde el extremo norte de la Patria, los hombres y mujeres de esta tierra, aceptaron el desafío de ser el escudo protector para la libertad de la Nación y no midieron su sacrificio, sino que valoraron la meta hacia la cual tendía esa entrega generosa.
El Éxodo no tiene que ser solo un acto cívico, sino un verdadero motivo inspirador que vuelva a mostrarnos a los jujeños que somos capaces de gestas heroicas y que no hay que conformarnos con lo indispensable, cuando podemos lograr con nuestro esfuerzo lo necesario para construir una provincia mejor, con un futuro pujante, con una inserción prestigiosa en el escenario nacional, con una educación de calidad y una salud accesible a todos en todos los rincones de nuestra querida provincia.
La gesta que hoy nos debemos, es la de la igualdad de oportunidades, la del trabajo decente, la de la inclusión y fundamentalmente la de la pacificación de la provincia como fundamento indispensable de cualquier construcción social.
Hoy, a casi doscientos años del Éxodo Jujeño, estamos convocados a dejar otras cosas para partir hacia una nueva meta. Estamos llamados a dejar la inercia, la costumbre, los temores, el conformismo y la resignación para empezar a escribir en Jujuy una nueva historia de esperanzas, con un futuro que no tenga otra limitación que la de nuestros sueños y nuestros esfuerzos.